La violencia contra las mujeres es causa y consecuencia del VIH/SIDA así como uno de los principales factores asociados al proceso de feminización del VIH/SIDA . Muchas mujeres sufren la amenaza de la violencia, impidiéndoles esto el acceso a la información, a prácticas de reducción del riesgo de contraer el VIH, como el uso del condón, a la pruieba de ELISA, a los servicios de prevención de la transmisión del VIH a los lactantes y a recibir tratamiento y asesoría, incluso cuando saben que se han infectado.
Ante la feminización del VIH/SIDA las políticas públicas de atención siguen siendo limitadas así como los presupuestos con esta perspectiva. La LUCHA contra la propagación del VIH/SIDA REQUIERE medidas para la IGUALDAD DE GÉNERO.
La feminización del VIH/SIDA refleja las condiciones de vulnerabilidad biológica, social y epidemiológica de la mujer. Mujeres y niñas según la OIM son quienes tienen un 86% del trabajo no remunerado y entre estos, está el de ser cuidadora de enfermos, adultos mayores, presentando mayor tendencia a la deserción escolar, laboral y asumiendo todo el rechazo y discriminación por la condición de VIH que está asociada al comportamiento sexual y al pecado religioso, con el consiguiente estigma social de exclusión.
En el marco de la Conferencia
Internacional sobre el SIDA 2012, la organización CHANGE, Center for
Health and Gender Equity (Washington, D.C.), está promoviendo una
declaración a fin de exigir acciones a nivel mundial para abordar la
salud y los derechos de las mujeres para combatir el VIH y el SIDA
mediante las siguientes iniciativas:
Integración de programas y
servicios para VIH y salud sexual y reproductiva. La transmisión sexual
continúa siendo la principal causa de infección de VIH. Las
estrategias globales para atender el VIH y el SIDA continúan operando en
gran medida sin tomar en cuenta otros programas de salud sexual y
reproductiva, a pesar de la relación que existe entre estos temas. La
educación sexual integral; la prevención del VIH, el tratamiento y la
atención para quienes viven con VIH; la detección de cáncer y su
tratamiento; la atención de la salud materna; los servicios de
planificación familiar y el aborto seguro, son puntos clave en la lucha
contra esta pandemia. Las mujeres con VIH deben tener acceso a servicios
de salud sexual y reproductiva.
Adopción de un marco de derechos humanos que incluya a todas las personas, especialmente a mujeres y niñas. Para
continuar la lucha contra la pandemia del SIDA a nivel mundial, la
estrategia de programas integrales e integrados, debe basarse en el
marco de derechos humanos y ampliar su cobertura para garantizar la
igualdad de acceso a los servicios de salud, respetando la integridad y
autonomía de cada persona, independientemente de sus ingresos, raza,
etnia, género, edad, estado civil, lengua nativa, orientación sexual,
identidad de género, estatus migratorio y discapacidad. Los programas
deben reconocer que las mujeres que viven con VIH tienen necesidades y
deseos, así como derechos para acceder a servicios integrales de salud
sexual y reproductiva. Al igual que otras mujeres, deben tener acceso a
los métodos modernos de anticoncepción, a la anticoncepción de
emergencia, a abortos legales y seguros y a la mejor atención médica
disponible para lograr embarazos saludables e hijos sanos, así como a
una vida libre de violencia.
La participación significativa
de la sociedad civil, especialmente de grupos de mujeres, de derechos
humanos y de mujeres que viven con VIH, en los procesos de elaboración
de políticas. Los gobiernos y los donantes deben buscar
activamente la participación de la sociedad civil en la toma de
decisiones sobre políticas y programas. Las organizaciones civiles y
comunitarias, incluidas las organizaciones de mujeres que viven con VIH,
ofrecen valiosos conocimientos y recursos y son un puente hacia las
poblaciones que se encuentran en mayor riesgo de contraer el virus, al
tiempo que contribuyen a hacer frente a los obstáculos sociales y
culturales para tener acceso a la atención.
Ampliación del acceso a los
condones femeninos, aumentando considerablemente el financiamiento para
la compra, distribución y programas de apoyo a nivel nacional. Actualmente,
los condones femeninos son la única herramienta de prevención contra el
VIH y las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), diseñada para ser
controlada por las mujeres. Es fundamental que los gobiernos y los
donantes realicen inversiones contundentes y coordinadas dirigidas a la
adquisición, distribución, comercialización y apoyo de programas.
Invertir en investigación,
desarrollo e introducción al mercado de los métodos controlados por las
mujeres para el control del VIH y de las ITS, así como en prevención de
embarazos, condones femeninos, microbicidas y vacunas. La
inclusión de nuevos productos de prevención seguros y eficaces para ser
utilizados por las mujeres les ofrece a ellas, a hombres y a jóvenes un
mejor medio de protección acorde con sus preferencias. Los gobiernos y
los donantes deben aumentar las inversiones para la investigación y
desarrollo de tecnologías de prevención controladas por las mujeres
tales como los microbicidas y las vacunas. Al mismo tiempo, no deben
descuidar la importancia de apoyar el desarrollo del mercado y la
programación de tecnologías como condones femeninos y masculinos que
ofrecen protección probada, pero que aún no son ampliamente accesibles
para quienes más los necesitan.