La Sala Plena de la
Corte Suprema de Justicia eligió por unanimidad como presidenta de la
Corporación a la magistrada Ruth Marina Díaz Rueda.
La doctora Ruth
Marina Díaz Rueda, natural del Socorro –Santander-, es la primera mujer que
ocupa la presidencia de la Corte Suprema de Justicia, desde el pasado jueves 23 de enero. Abogada egresada de la
Universidad Santo Tomás de Aquino de Bucaramanga, especialista en Derecho de
Familia de las Universidades Externado y Autónoma de Bucaramanga, en Derecho
Procesal y Derecho Administrativo de la Universidad Libre, Derecho Comercial de
la Universidad Externado y Derecho Mercantil del Aula Iberoamericana de España.
Catedrática de las Universidades Santo Tomás, Libre y Unisangil. Toda su
profesión la ha ejercido como juez, con desempeño como Juez promiscuo municipal
de Barichara, civil municipal del Socorro, penal municipal, de menores y
circuito de San Gil; fue nombrada como la primer mujer magistrada del Tribunal
de San Gil, siendo escogida como la mejor magistrada de Colombia en 1993,
posteriormente magistrada de la Sala Civil del Tribunal de Bogotá y, en el año
2006, fue elegida como la primer mujer de la Sala de Casación Civil de la Corte
Suprema de Justicia, en el 2007 y 2010 fue presidenta de esta Sala, en el 2012
vicepresidenta de la Corte Suprema. Durante el segundo semestre de 2010 y
durante el 2011 fue presidenta de la comisión nacional de género de la rama
judicial.
Por primera
vez en 180 años una mujer liderará el destino de la Corte Suprema de Justicia.
Se trata de la santandereana Ruth Marina Díaz Rueda, una mujer elegante de
armas tomar y quien con su esfuerzo ha hecho una larga carrera en la rama
judicial, la misma que le da las credenciales suficientes para llevar a buen
puerto este barco.
De padre comerciante y con un amplio recorrido en la rama judicial, Ruth Marina Díaz ha laborado como juez en los municipios de Barichara, Socorro y San Gil, Santander.
Sin embargo, ostentar el título de ser la primera mujer en ocupar un alto cargo y afrontar con ello grandes retos, pareciera ser ya costumbre en su vida. Prueba de ello es que fue la primera mujer en llegar al Tribunal de San Gil, la primera mujer en llegar al Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia, y ser considerada, en 1993, la mejor magistrada de Colombia.
Los retos a los que la nueva presidenta del alto tribunal se deberá enfrentar no son pocos, si se tienen en cuenta que desde ahora hace parte de la Comisión Interinstitucional de la Rama Judicial, donde se debaten los problemas y los planes de toda la rama.
Díaz asegura que por su género nunca se ha sentido rechazada o discriminada, por el contrario resalta el respeto y el apoyo que ha recibido a lo largo de su carrera. Al punto de que en 2012 se desempeñó como vicepresidenta de esa corporación.
De padre comerciante y con un amplio recorrido en la rama judicial, Ruth Marina Díaz ha laborado como juez en los municipios de Barichara, Socorro y San Gil, Santander.
Sin embargo, ostentar el título de ser la primera mujer en ocupar un alto cargo y afrontar con ello grandes retos, pareciera ser ya costumbre en su vida. Prueba de ello es que fue la primera mujer en llegar al Tribunal de San Gil, la primera mujer en llegar al Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia, y ser considerada, en 1993, la mejor magistrada de Colombia.
Los retos a los que la nueva presidenta del alto tribunal se deberá enfrentar no son pocos, si se tienen en cuenta que desde ahora hace parte de la Comisión Interinstitucional de la Rama Judicial, donde se debaten los problemas y los planes de toda la rama.
Díaz asegura que por su género nunca se ha sentido rechazada o discriminada, por el contrario resalta el respeto y el apoyo que ha recibido a lo largo de su carrera. Al punto de que en 2012 se desempeñó como vicepresidenta de esa corporación.
Preguntas y
respuestas
- ¿Cuándo inició su camino en la Rama Judicial?
A finales de 1978 me inicié como juez de la República en Barichara, Santander. Posteriormente, fui juez civil municipal del Socorro, mi tierra. Pase a juez penal municipal de San Gil. Fui juez promiscuo de menores y juez civil del circuito de San Gil. Además fui magistrada de la Sala Civil del Tribunal de Bogotá.
- Esta es una gran dignidad para usted, pero no es la única vez que se enfrenta retos, como el de ser la primera mujer en un alto cargo…
Sí. Fui la primera mujer que nombraron como magistrado en el tribunal de San Gil, y la primera que nombró la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia, hace seis años (2006) y presidenta de la sala en 2007 y 2010. Y ahora soy la primera mujer que llega a la presidencia de la Corte Suprema de Justicia.
- Tenemos entendido que como pocas veces sucede, fue abrumadora la votación por su nombre.
Me eligieron el jueves pasado y mi elección se dio por unanimidad. De los 19 magistrados que integramos la Corte, obtuve 19 votos.
- ¿Qué significa para usted llegar a tan alta dignidad?
Es un gran honor para todo juez de la República. Es un reconocimiento a la mujer colombiana y a mí, que he dedicado toda mi vida a la justicia. Solo he sido juez de la República y catedrática de las universidades Santo Tomas, Libre y Unisangil.
- ¿Es hija de abogados?
No, mi padre es comerciante, mi madre de hogar y no tengo hijos abogados.
- ¿Qué la motivó a estudiar leyes?
Desde niña me ha gustado la lectura, consideré que en derecho me podía desempeñar en diferentes ramas. Un abogado puede ejercer diferentes actividades y yo me encaminé por la judicatura, siempre me ha gustado la justicia, siempre he luchado contra la corrupción.
- ¿Cómo se ve usted al salir de la Corte Suprema de Justicia?
Por el momento estoy en la Corte y soy de las personas que pongo todo mi empeño y voluntad en tratar de hacer todo bien hecho en lo que me corresponde, ya después miraré cuál es la opción, de pronto litigar pero aún no es el momento de pensarlo. Nunca he litigado, podría pensar en hacerlo, no se…
- ¿Qué se puede decir de la Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia?
Allí se conocen los recursos extraordinarios de casación, temas como sentencias civiles, comerciales, también hay recursos de revisión. La Sala Civil ha hecho un gran esfuerzo y ha puesto al día los procesos que tenemos a nuestro conocimiento, por ello se le otorgó el premio a la justicia en el año 2007.
- ¿Cuáles son sus expectativas para el 2013?
Quiero mostrarle a la ciudadanía la imagen verdadera de la justicia.
- Y cuál sería esa imagen…
El trabajo abnegado de todos los jueces porque en realidad se han equivocado en calificar la justicia por los errores de algunas pocas personas. Las personas no miran lo que hacen los demás jueces, la mayoría somos personas abnegadas, que amamos la justicia, que no reparamos en el tiempo que sea necesario trabajar y cumplir fielmente con los deberes que se nos imponen como jueces.
- Usted llega a la presidencia de la Corte en un momento muy álgido porque se habla de un paro judicial y de bajos salarios, ¿qué tiene para decirle a sus compañeros de rangos más bajos?
Esto se ha solucionado en gran parte, porque ya los jueces han dialogado con el Gobierno y el éste está tratando de reconocerles sus derechos y pretensiones.
- Y frente a la polémica que ha surgido sobre las pensiones millonarias, ¿qué consideraciones tiene?
Como juez debo respetar los fallos que emitan los demás jueces, por ello no puedo dar mi opinión al respecto, de acuerdo a la decisión que la Corte Constitucional profiera cada persona que resulte afectada tendrá sus acciones constitucionales pertinentes para entablarlas.
- ¿Qué le incomoda de la justicia, cree que si hay justicia en Colombia?
Por supuesto que en Colombia hay justicia, lo que ocurre es que como en toda institución hay falencias, y esas falencias hay que estudiarlas para solucionarlas.
- ¿Con la presencia de una mujer en la presidencia de la Corte Suprema, se está abriendo el panorama para que más mujeres lleguen a altas dignidades?
Pienso que en la Corte Suprema no habido discriminación para la mujer. Lo que ocurre es que la mujer en Colombia, desafortunadamente solamente pudo ingresar a la universidad hasta el año 1933, y para llegar a la Corte hay que recorrer un largo camino de preparación, porque es el máximo organismo de justicia.
- ¿Espera que con su presencia en la Presidencia se abra el camino para que lleguen más mujeres?
El camino está abierto. Durante el segundo semestre de 2010 y durante el 2011 fui presidenta de la Comisión Nacional de Género de la rama judicial y siempre tratamos de incentivar a las mujeres para que día a día nos preparemos para ocupar las más altas dignidades, pero si miramos las estadísticas, la mujer colombiana ocupa el mayor número de estudiantes en la universidad.
- De la reforma a la justicia que se hundió el año anterior, ¿cree que se debe seguir tramitando ese tema?
La justicia debe informarse, es necesario que se haga un estudio serio para determinar dónde están las falencias de cada situación; por supuesto, que es necesario que cuando se observe una falla tiene que a ver una reforma para solucionarla.
- ¿Cómo están las relaciones con los otros poderes?
La Corte Suprema de Justicia es un organismo independiente, pero tiene las mejores relaciones con los otros órganos de poder porque con ellos se fortalece el estado de derecho, la Corte tiene unas relaciones armoniosas tanto con el Gobierno como con las demás Cortes.
- ¿Cómo ve la Rama Judicial frente al presupuesto que le ha sido asignado?
Es muy importante que se incremente para empezar a implementar el sistema oral y así lograr la celeridad en los procesos.
OTRA
MUJER COMO
PRESIDENTA EN LA SALA DE CASACIÓN CIVIL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA.- ¿Cuándo inició su camino en la Rama Judicial?
A finales de 1978 me inicié como juez de la República en Barichara, Santander. Posteriormente, fui juez civil municipal del Socorro, mi tierra. Pase a juez penal municipal de San Gil. Fui juez promiscuo de menores y juez civil del circuito de San Gil. Además fui magistrada de la Sala Civil del Tribunal de Bogotá.
- Esta es una gran dignidad para usted, pero no es la única vez que se enfrenta retos, como el de ser la primera mujer en un alto cargo…
Sí. Fui la primera mujer que nombraron como magistrado en el tribunal de San Gil, y la primera que nombró la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia, hace seis años (2006) y presidenta de la sala en 2007 y 2010. Y ahora soy la primera mujer que llega a la presidencia de la Corte Suprema de Justicia.
- Tenemos entendido que como pocas veces sucede, fue abrumadora la votación por su nombre.
Me eligieron el jueves pasado y mi elección se dio por unanimidad. De los 19 magistrados que integramos la Corte, obtuve 19 votos.
- ¿Qué significa para usted llegar a tan alta dignidad?
Es un gran honor para todo juez de la República. Es un reconocimiento a la mujer colombiana y a mí, que he dedicado toda mi vida a la justicia. Solo he sido juez de la República y catedrática de las universidades Santo Tomas, Libre y Unisangil.
- ¿Es hija de abogados?
No, mi padre es comerciante, mi madre de hogar y no tengo hijos abogados.
- ¿Qué la motivó a estudiar leyes?
Desde niña me ha gustado la lectura, consideré que en derecho me podía desempeñar en diferentes ramas. Un abogado puede ejercer diferentes actividades y yo me encaminé por la judicatura, siempre me ha gustado la justicia, siempre he luchado contra la corrupción.
- ¿Cómo se ve usted al salir de la Corte Suprema de Justicia?
Por el momento estoy en la Corte y soy de las personas que pongo todo mi empeño y voluntad en tratar de hacer todo bien hecho en lo que me corresponde, ya después miraré cuál es la opción, de pronto litigar pero aún no es el momento de pensarlo. Nunca he litigado, podría pensar en hacerlo, no se…
- ¿Qué se puede decir de la Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia?
Allí se conocen los recursos extraordinarios de casación, temas como sentencias civiles, comerciales, también hay recursos de revisión. La Sala Civil ha hecho un gran esfuerzo y ha puesto al día los procesos que tenemos a nuestro conocimiento, por ello se le otorgó el premio a la justicia en el año 2007.
- ¿Cuáles son sus expectativas para el 2013?
Quiero mostrarle a la ciudadanía la imagen verdadera de la justicia.
- Y cuál sería esa imagen…
El trabajo abnegado de todos los jueces porque en realidad se han equivocado en calificar la justicia por los errores de algunas pocas personas. Las personas no miran lo que hacen los demás jueces, la mayoría somos personas abnegadas, que amamos la justicia, que no reparamos en el tiempo que sea necesario trabajar y cumplir fielmente con los deberes que se nos imponen como jueces.
- Usted llega a la presidencia de la Corte en un momento muy álgido porque se habla de un paro judicial y de bajos salarios, ¿qué tiene para decirle a sus compañeros de rangos más bajos?
Esto se ha solucionado en gran parte, porque ya los jueces han dialogado con el Gobierno y el éste está tratando de reconocerles sus derechos y pretensiones.
- Y frente a la polémica que ha surgido sobre las pensiones millonarias, ¿qué consideraciones tiene?
Como juez debo respetar los fallos que emitan los demás jueces, por ello no puedo dar mi opinión al respecto, de acuerdo a la decisión que la Corte Constitucional profiera cada persona que resulte afectada tendrá sus acciones constitucionales pertinentes para entablarlas.
- ¿Qué le incomoda de la justicia, cree que si hay justicia en Colombia?
Por supuesto que en Colombia hay justicia, lo que ocurre es que como en toda institución hay falencias, y esas falencias hay que estudiarlas para solucionarlas.
- ¿Con la presencia de una mujer en la presidencia de la Corte Suprema, se está abriendo el panorama para que más mujeres lleguen a altas dignidades?
Pienso que en la Corte Suprema no habido discriminación para la mujer. Lo que ocurre es que la mujer en Colombia, desafortunadamente solamente pudo ingresar a la universidad hasta el año 1933, y para llegar a la Corte hay que recorrer un largo camino de preparación, porque es el máximo organismo de justicia.
- ¿Espera que con su presencia en la Presidencia se abra el camino para que lleguen más mujeres?
El camino está abierto. Durante el segundo semestre de 2010 y durante el 2011 fui presidenta de la Comisión Nacional de Género de la rama judicial y siempre tratamos de incentivar a las mujeres para que día a día nos preparemos para ocupar las más altas dignidades, pero si miramos las estadísticas, la mujer colombiana ocupa el mayor número de estudiantes en la universidad.
- De la reforma a la justicia que se hundió el año anterior, ¿cree que se debe seguir tramitando ese tema?
La justicia debe informarse, es necesario que se haga un estudio serio para determinar dónde están las falencias de cada situación; por supuesto, que es necesario que cuando se observe una falla tiene que a ver una reforma para solucionarla.
- ¿Cómo están las relaciones con los otros poderes?
La Corte Suprema de Justicia es un organismo independiente, pero tiene las mejores relaciones con los otros órganos de poder porque con ellos se fortalece el estado de derecho, la Corte tiene unas relaciones armoniosas tanto con el Gobierno como con las demás Cortes.
- ¿Cómo ve la Rama Judicial frente al presupuesto que le ha sido asignado?
Es muy importante que se incremente para empezar a implementar el sistema oral y así lograr la celeridad en los procesos.
Bogotá, D.C., 23 de
enero de 2013. La Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia eligió hoy a la
magistrada Margarita Cabello Blanco como su nueva presidenta, al tiempo que
reeligió al doctor Ariel Salazar
Ramírez como vicepresidente.
La doctora Cabello
Blanco, natural de Barranquilla y quien reemplaza en el cargo al magistrado
Fernando Giraldo Gutiérrez, es egresada de la Corporación Universitaria de la
Costa, especialista en Derecho de Familia de la Universidad Autónoma de
Bucaramanga y en Derecho Procesal Civil de las universidades Externado y de
Cartagena. Inició su trayectoria profesional como juez penal municipal de
Sabanalarga, juez de menores y juez civil del circuito de Barranquilla hasta
llegar a la magistratura del Tribunal Superior de Barranquilla. Antes de ser
elegida magistrada de la Corte Suprema de Justicia se desempeñó como Delegada
de la Sala Disciplinaria de la Procuraduría General de la Nación. Catedrática
de Unicosta y las universidades del Norte, Libre y Simón Bolívar de
Barranquilla en Derecho Probatorio, Procesal Civil y de Familia.
Por su parte, el
doctor Salazar Ramírez, nacido en Guática (Risaralda), es egresado de la
Universidad Libre, especialista en Derecho Contractual de la Universidad del
Rosario. Comenzó su carrera judicial como juez civil municipal de Bogotá,
juez civil municipal y civil del circuito de Leticia (Amazonas), para luego
regresar a Bogotá como juez civil municipal y civil del circuito.
Posteriormente, por espacio de algunos meses, fue magistrado de la Sala de
Familia del Tribunal Superior de Bogotá, de la que pasó a la Sala Civil, en
la cual ejerció la magistratura durante 20 años, ante de llegar a la
magistratura de la Corte Suprema de Justicia. Docente de Práctica Forense
Civil en la Universidad Libre, de Obligaciones en la Universidad Incca y de
Derecho Procesal en la Universidad Externado de Colombia.